Nutrición en Accidente Cerebrovascular (ACV).
La nutrición juega un papel clave tanto en la prevención como en la recuperación tras un ACV. Dietas ricas en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado y grasas saludables (como aceite de oliva y frutos secos) ayudan a controlar factores de riesgo como hipertensión, dislipidemia y diabetes, reduciendo la incidencia de ACV. En la fase de recuperación, es importante garantizar un aporte suficiente de proteínas, vitaminas del complejo B y antioxidantes para favorecer la reparación neuronal, prevenir sarcopenia y mantener la función inmunológica. Evitar ultraprocesados, sodio en exceso y grasas saturadas complementa la estrategia nutricional.
El ACV puede estar relacionado con la acumulación de placa en arterias, favorecida por ingestas excesivas de grasas saturadas y trans, que elevan el colesterol y aumentan la presión arterial. Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas saludables ayuda a prevenirlo. En la recuperación, es clave mantener suficiente proteína, vitaminas del complejo B y antioxidantes para favorecer la reparación neuronal y prevenir pérdida de masa muscular.
Bibliografía
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